El período de envejecimiento lleva, de manera irreversible, la aparición de una serie de enfermedades que conviene vigilar. Así, todo cuidador necesita conocer qué tipo de patologías pueden surgir con el paso del tiempo y, de esta manera, poder ofrecer la mejor atención posible.
Seguro que ya sabéis algunas de estas enfermedades. Muchas de ellas se vinculan con aspectos físicos, como la osteoporosis u otras enfermedades del corazón, también de enfermedades muy complejas como el Alzheimer o Parkinson. Os hablamos de todas ellas en este artículo.
Hoy, nos queremos centrar en una patología en concreto: la depresión. Se trata de una enfermedad que afecta notablemente al estado del ánimo y que puede ser un problema generalizado de las personas mayores.
La Depresión en Adultos Mayores
La depresión es una enfermedad mental con una clara sintomatología. Se caracteriza porque la persona tiende a sentirse triste, a tener un bajo estado de ánimo y de baja autoestima, traduciéndose, además, por una pérdida de interés por todo.
Causas de la Depresión en Personas Mayores
¿Cuáles son las causas de la depresión? En las personas mayores, hay diversas situaciones que pueden provocar un estado de ánimo más bajo. Vamos a ver algunas de estas causas.
En el caso de las personas mayores, la depresión es una patología generalizada. Sin embargo, todavía queda mucho por avanzar en el terreno científico para encontrar las causas directas que hacen que sea así.
Por ejemplo, una de las tesis que se barajan es que hay una relación entre el Alzheimer y la depresión, pero no se sabe, a ciencia cierta, cuál es la relación existente. Por otro lado, hay causas que sí son mucho más claras.
Patologías Físicas
Cuando una persona padece una enfermedad física, es muy probable que afecte al estado de ánimo. Sucede a personas de cualquier edad y es algo lógico. Ahora, imaginemos a una persona que tiene continuos problemas físicos e incluso enfermedades físicas crónicas. Es mucho más probable que se sienta más triste o con un estado de ánimo más bajo, ¿verdad?
Dependencia
Muy relacionado con las patologías físicas de una persona mayor, encontramos una de las mayores causas que guardan relación con la depresión: la pérdida de independencia. Cuando una persona tiene una mayor dependencia, la autoestima tiende a ser menor, al generar mayor inseguridad. Con ello, es natural que también descienda el estado de ánimo de dicha persona.
Soledad
Quizás, se trate de la principal causa por la que los ancianos padecen depresión. La soledad es uno de los mayores peligros de la vejez. Los hijos y nietos van teniendo un menor contacto con ellos, incluso han perdido a seres queridos, convirtiéndose en viudos/as. Todo ello supone un cóctel que es normal que afecte a una persona de cualquier edad.
Tratamiento de la Depresión en Personas Mayores
Muchas veces, el problema de esta patología reside en que no se realiza el diagnóstico adecuado a una persona mayor. Se establece como natural que en la tercera edad la vitalidad o el estado de ánimo sean menores. Sin embargo, es necesario diagnosticarlo y tratarlo, como en cualquier otra enfermedad.
Para ayudar en este proceso, sobre todo si hablamos del cuidado de ancianos, es necesario que los cuidadores posean una formación adecuada, con la que poder prestar atención a cualquier signo que ayude a un pronto diagnóstico.
En Mecohisa, tenemos diversos cursos que pueden ser de gran utilidad para ello, como son el curso de envejecimiento y patología de la vejez y el curso de inteligencia emocional y control del estrés.
En lo que respecta al tratamiento en las personas mayores, se recomienda que un psicólogo y un psiquiatra revisen a fondo al paciente y elaboren un análisis de lo necesario. En algunos casos, con una terapia conductivo conductal podría ser más que suficiente para que la persona mayor pudiera evolucionar.
En otros casos, puede que sea necesario realizar una terapia farmacológica compuesta por la toma de antidepresivos, como los tetracícilicos (ADTC) o los antidepresivos inhibidores selectivos de la recapración de la serotonina (ISRS).
Independientemente del tratamiento, recuerda que todo este proceso tiene que ser siempre supervisado por profesionales de la salud mental.