Es un tema que está muy de moda, aunque sea un problema real desde hace mucho tiempo. La población europea envejece a pasos agigantados, creando diferentes problemas sociales y económicos derivados de esta “descompensación demográfica”.
Lo que es peor es que España es uno de los líderes europeos en tasas de envejecimiento, lo que supone un reto para asegurar el bienestar social de todos nosotros.

Últimamente, el envejecimiento de la población se ha tratado en innumerables medios de comunicación debido a que la hucha de las pensiones se ha estado vaciando en los últimos años.
¿Será necesario acogerse a planes de pensiones privados en el futuro? ¿Podrán los jubilados que hay en la actualidad recibir las pensiones que les corresponden? ¿Qué hacemos con el Pacto de Toledo? Estas y otras cuestiones son las que se han abordado.
En otros casos, se ha llegado a profundizar un poco más sobre este tema, donde se ha podido hablar de las causas más que evidentes del envejecimiento poblacional, incluso en la propuesta de medidas que fomenten la natalidad.
El envejecimiento poblacional de España
Vale, ya sabemos que en España existe un grave problema de envejecimiento poblacional. Para ello, sólo nos tenemos que remitir a los datos del CSIC sobre la población de España, la mayor parte de la población se sitúa en torno los 40-50 años.
Esto, unido al gran descenso de la natalidad en los últimos años, que se hace mucho más patente en el grupo poblacional de entre 10 y 25 años, hace que en el futuro se vaya dibujando una pirámide poblacional “invertida”.

Esta pirámide es la que siempre se nos ha mostrado para aplicar diferentes teorías sobre cómo pagar en el futuro, con menos trabajadores activos, una merecida pensión a una mayor cantidad de personas jubiladas.
Lejos del tema económico, la realidad es que más de un 18% de la población en España (8,5 millones) ya supera los 65 años. Es más, hasta en siete comunidades autónomas (Castilla y León, Asturias, Galicia, País Vasco, Aragón y Cantabria) se supera actualmente el 20% de población envejecida.
Las previsiones del CSIC parecen bastante claras. Las próximas 3 décadas, la población envejecida se incrementará notablemente, fruto del envejecimiento del mayor grupo poblacional en la actualidad, que corresponde a personas de entre 40 y 50 años, como se aprecia en el gráfico).
El punto máximo, en cantidades absolutas, llegará en 2046, cuando se espera que se rebasen los 15 millones de personas con más de 65 años. En esos momentos, se establece que el porcentaje de personas mayores rozará el 32% de toda la población.
Causas del envejecimiento global
El envejecimiento de la población es un problema global y que se extiende por todos los países occidentales.
Las causas son bien conocidas. Por un lado, no hay que olvidar que a lo largo de la historia hay tendencias demográficas, es algo natural. No siempre van a nacer las mismas personas que fallecen, exactamente. ¡Eso es imposible!
Esperanza de vida
Además, por un lado vemos que ha ido aumentando la esperanza de vida. Según los estudios del Instituto Nacional de Estadística (INE), los varones tienen una esperanza de vida de casi 81 años y las mujeres, superior a los 86.

Natalidad
En contraposición, es más que claro que el descenso de la natalidad ha favorecido este rápido envejecimiento de la población, lo cual se ha debido a multitud de cuestiones sociales y culturales.
Migración
Dentro de las tendencias demográficas, tradicionalmente se ha evaluado, junto con la esperanza de vida y la natalidad, la migración ha sido otro de los fenómenos que han podido modificar la estructura poblacional de un país.
El caso concreto de España
Según estos criterios, podemos extrapolar a España estas situaciones, pero en algunos casos surgen varias particularidades que anticipan un acelerado envejecimiento de la población. Aquí van algunos datos:
La generación del Baby Boom español, nacidos entre 1954 y 1966, ya ha entrado en los 65 años, siendo uno de los grupos poblacionales más grandes en la actualidad, con cerca de 10,9 millones de personas.
La denominada Generación X, el grupo poblacional más amplio de la actualidad, con casi 11,5 millones, empezará a entrar en los 65 años de edad a partir del año 2031.
Estos dos grupos poblacionales suponen ahora mismo más de 22 millones de personas en total y, aunque se muevan en una horquilla de 34 años en total, suponen cerca de la mitad de la población.
La tasa de natalidad también hace presagiar este envejecimiento poblacional. Aquí mostramos una serie de datos que lo corroboran.
- Desde que se llegara a los 520.000 nacimientos en el año 2008, el número de nacidos ha descendido año a año, con la excepción del año 2014.
- La tasa de natalidad en los últimos cuatro años no ha superado el 10%. Un índice similar al período entre 1993 y 2001, con la salvedad de que en esa época el índice de fecundidad era realmente bajo (entre 1,14 y 1,25 hijos por madre).
Todo ello ha dado como lugar una serie de situaciones realmente paradójicas. En 2015, por primera vez en 16 años, el número de muertes (422.000) fue superior al número de nacimientos (420.000).
Sabedores de esta situación desde hace muchos años, diversos expertos han hablado de la inmigración como la solución a los problemas demográficos ante los que se enfrenta España.
Si bien es cierto que puede ser un dato positivo, aquí hay que tener una serie de circunstancias:
- El grupo poblacional de inmigrantes en España más amplio se encuentra entre los 30 y 40 años, si bien es cierto que han aumentado el número de inmigrantes que ya supera los 65 años, como personas británicas o almenas que ya están jubiladas.
- La crisis económica ha provocado una gran fuga de gente joven a otros países. Desde el inicio de la crisis, en 2008, se ha incrementado en un 56% el número de españoles en el extranjero. Además, hay que tener en cuenta que estos datos se refieren a empadronamientos, puesto que otros muchos han podido emigrar y no haberse empadronado en el extranjero.
Es decir, nos encontramos en un caso en el que, en términos generales, no sólo envejece la población, sino que en un futuro no muy lejano cada vez será mayor. De seguir con la tendencia a la baja de nacimientos, este problema puede ser más grave al no encontrar soluciones a largo plazo.
De igual modo, la crisis económica ha hecho que la inmigración tampoco pueda servir de parche.
Los datos demográficos no son tan malos
Aun así, no nos queremos dejar llevar por el catastrofismo que algunos presagian porque siempre se habla en términos económicos y muy pocas veces de las cuestiones sociales que lo involucran.
En este sentido, cabe recalcar que no todo es malo. Así, desde el punto del bienestar social, cabe recalcar que las condiciones de vida son mucho mejores ahora. Normalmente, siempre hemos pensado que una persona es mayor a partir de los 65 años, vinculándolo al momento en el que se jubila, de cara a las estadísticas.
Esto es una realidad que vemos en el día a día, ¿una persona que tiene 70 años ahora está mejor que una de 70 años hace dos décadas? Apostamos que sí.
Para eso, nos tenemos que fijar en un término no tan conocido y que es la “edad prospectiva” y que nos puede dar a entender que el envejecimiento poblacional es real en datos pragmáticos, pero no en el bienestar social.
La edad prospectiva nos indica la vejez de las personas no a partir de un dato cronológico, sino en relación a la dependencia y la salud. Es decir, nos marca la vejez de las personas no a los 65 años, sino 15 años antes de cumplir la esperanza de vida, siendo un claro indicador de que la dependencia, el aspecto más urgente desde una perspectiva social, cada vez es menor.
El CSIC compara en esta gráfica la diferencia en la proporción de personas mayores si utilizamos este registro es bien distinto, como se puede ver.

Como siempre, hablamos de cuestiones de salud y bienestar generales, no de los condicionantes económicos, los cuales no vamos a tratar.
Lo que está claro es que, en el futuro, va a ser necesario que muchas personas trabajen en el sector sociosanitario, ya sea en residencias, centros de día o de forma particular.
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¿Cómo evitar el envejecimiento poblacional?
Evidentemente, la primera medida para conseguir tener una población estable, en términos demográficos, es necesario atender al índice de natalidad. Una decisión que conviene adoptar de manera urgente.
Eso sí, y aunque estas medidas sean realmente exitosas, desde el punto de vista demográfico, estos efectos se empezarían a notar en el largo plazo. En este sentido, es fundamental hacer hincapié en adoptar medidas sociales por parte de los agentes políticos.
Estas medidas deben de cumplir con un programa de ayudas específico. Ayudas sociales y económicas muy profundas, junto con un cambio de mentalidad que afecte a toda la sociedad. De ahí la complejidad de este asunto.
Adaptarse a las nuevas tendencias demográficas
Pero además de frenar el envejecimiento poblacional, desde aquí queremos reflejar que es necesario adaptarse a esta nueva realidad.
Adaptarnos al hecho de que durante las próximas décadas la población envejecerá, por lo que debemos de procurar que este envejecimiento sea lo más cómodo posible para las personas que entren en la vejez.
Si bien es cierto que la edad prospectiva indica parte de este camino, aún queda mucho por recorrer.
Para ello, es necesario adaptase a esta realidad de la mejor manera, fomentando una mejor gestión e inversión en ayudas a la dependencia, puesto que dentro de unos años serán fundamentales.
Esto es necesario porque muchas veces, la atención a personas mayores recae en los hijos. Si se está intentando trabajar para conseguir una mayor conciliación con los hijos, ¿por qué no trabajar en mejorar la conciliación con las personas mayores? ¡Esperamos que esto último nos ayude a reflexionar!