Uno de los mayores retos en las tareas de cuidados tiene que ver con el paciente encamado. No en vano, cuando alguien está en cama, por un tiempo prolongado, sus capacidades se ven mermadas, viéndose deteriorado con el paso del tiempo.
Un paciente inmovilizado tiene, obviamente, una serie de limitaciones mucho mayores. Por lo tanto, los cuidadores tienen una mayor tarea, ya sea en la vigilancia del paciente para asegurarse de que se encuentra en perfectas condiciones, como en las labores de cuidado.
Así, en este artículo nos vamos a encargar de explicitar los problemas de salud que puede padecer un paciente encamado y las diferentes claves que deben de establecerse en su cuidado.
Cabe recalcar que sanitariamente, cuando se habla de un paciente encamado, se trata de alguien que tiene que permanecer 72 horas, como mínimo, en la cama. Obviamente, nos referimos a casos que se consideran puntuales, como el tiempo en caso de recuperación tras una operación o de una enfermedad.
Otra situación bien distinta es el paciente encamado de forma permanente, como pueda ser el de alguien que padezca una enfermedad degenerativa. Eso sí, las bases para su cuidado son muy similares, aunque los problemas de salud vayan en aumento, conforme se prolonga la estancia en cama, ¡algo lógico!
Problemas de Salud en el Paciente Encamado
Un tiempo excesivo sin moverse implica graves problemas para la salud de la persona encamada. Hay una serie de efectos derivados de la inmovilidad que pueden afectar a numerosos sistemas del organismo del paciente. Aquí, vamos a ver los problemas en los principales sistemas.
Sistema Cardiaco
La inmovilidad, al estar encamado, puede provocar ciertos problemas en el sistema cardiaco. Por ejemplo, se puede reducir la frecuencia cardiaca, conocido como bradicardia. Con ello, el problema es que el cerebro y otros órganos recibirían menos oxígeno, pudiendo provocar aturdimiento, mareos o fatiga, entre otras patologías.
Sistema Circulatorio
Los problemas circulatorios son también muy comunes en el paciente encamado. Hay posibles patologías relacionadas con el sistema circulatorio que pueden ser realmente graves, como una trombosis venosa que derive en una embolia pulmonar, un retorno venoso disminuido o un edema dependiente.
Sistema Músculo-Esquelético
Quizás hablemos, en este punto, del sistema en el que se hace más patente el deterioro de un paciente encamado. Al menos, de cara al exterior. El hecho de permanecer, por un tiempo prolongado, en la cama, hace que se pierda músculo. De la misma forma, mantener siempre una misma postura afecta al sistema esquelético y articulaciones.
La consecuencia de ello son problemas como la atrofia muscular, degeneración articular, disminución de fuerza, acortamiento de las fibras musculares e incluso sintomatología compatible con la osteoporosis.
Sistemas Genitourinarios y Gastrointestinales
La inmovilidad del paciente puede afectar muy negativamente a estos sistemas del cuerpo. La retención de la orina, junto con la obstrucción de las vías urinarias, son algunos de los problemas más comunes del sistema genitourinario. En el sistema gastrointestinal, la inactividad de los diferentes órganos tiende a provocar estreñimiento.
El uso incorrecto de absorbentes (pañales, compresas, etc.) puede conllevar infecciones urinarias en personas con incontinencia. Es por esto que se precisa un conocimiento explícito de los tipos de absorbentes existentes, así como su capacidad de absorción para determinar cuál es el más adecuado para la persona encamada a la que estamos dando apoyo.
Úlceras por Presión
Las úlceras por presión se producen como consecuencia de la falta de riego sanguíneo ocasionado por la presión prolongada entre las prominencias óseas (tobillos, rodillas, codos, hombros, sacro, talones, dedos gordos…) y la cama. Se producen porque el paciente no es capaz de moverse por sí mismo para cambiar de postura.
Se inician como una rojez en la piel que no desaparece al aliviar la presión y pueden derivar en profundas heridas abiertas, muy dolorosas y que requerirán cuidados diarios del servicio de enfermería para su recuperación, pero que por diversas complicaciones pueden acabar con amputaciones o muerte del paciente encamado.
En este sentido, es importante que los profesionales sociosanitarios tengan conocimientos en la prevención de úlceras. En Mecohisa, contamos con un curso específico para el higiene, cuidado y prevención de úlceras por presión, ¡consúltanos!
La principal forma de evitar su aparición son los cambios posturales, que deberán ser pautados por un/a profesional sanitario/a, en cuanto a duración, y alternancia de las posturas, y realizados por el/la cuidador/a. La actividad física cuando sea posible, una alimentación adecuada, una higiene e hidratación de la piel que no deje zonas humedecidas, también evitarán su aparición.
Para realizar los cambios posturales se debe levantar o rotar a la persona encamada evitando movimientos de arrastre.
En cuanto a los medios técnicos que se pueden usar para su prevención están los colchones antiescaras, formados por una especie de flotadores de aire cuya presión va alternando por zonas para modificar los puntos de mayor presión en el cuerpo del encamado.
Muy importante es su detección precoz por parte de los/as cuidadores/as, ya que con tratamientos cutáneos adecuados es relativamente fácil recuperar el estado original de la piel. En el 90% de los casos son evitables, de ahí la gran importancia en la atención y vigilancia que los/as cuidadores/as presten en el momento de la higiene corporal y en la formación que tengan para poder detectarlos antes de que entren en un estadio avanzado.
Otros Sistemas Afectados
De alguna u otra forma, todos los sistemas del cuerpo de un paciente encamado padecen algún tipo de patología, debido a una inactividad tan acentuada. El sistema respiratorio se ve debilitado, con respiraciones mucho más lentas, se puede producir obesidad o anorexia, en lo que respecta a al sistema endocrino, etc.
Incluso el sistema cerebral se puede ver afectado, con pérdidas de memoria, por no hablar de los problemas psicológicos derivados, como la ira o la depresión.
Claves para el Cuidado del Paciente Encamado
Viendo todos los problemas de salud que puede sufrir un paciente al estar encamado durante mucho tiempo, queda más que claro que es necesario establecer un protocolo y unas pautas adecuadas en el cuidado de este tipo de pacientes.
El cuidador debe de conocer estas pautas, tanto si es en un ingreso hospitalario, como si es en casa o un centro sociosanitario. Si te apetece trabajar en el sector y formarte, te puede interesar nuestro curso para la obtención del certificado de profesionalidad en atención sociosanitaria.
Los objetivos en este tipo de cuidados están encaminados a prevenir este tipo de problemas, sobre todo conforme vaya pasando el tiempo, que es cuando suelen aparecer o agravarse. El adecuado trato individualizado e integral es el que sustenta el bienestar de este tipo de pacientes, ¡recuérdalo!
Conocimiento de la Situación
El cuidador debe de conocer exactamente lo que le sucede al paciente encamado para saber, de primera mano, cuáles van a ser las principales tareas que deberá de realizar. Esta información se ha de proporcionar también al propio paciente, por parte del responsable médico.
Intimidad del Paciente
Independientemente de las tareas de cuidado que se llevan a cabo con un paciente encamado, hay que tener en cuenta la dignidad, por encima de todo. Para ello, hay que preservar la intimidad del paciente, sobre todo en las actividades relativas a la higiene o actividades fisiológicas.
De la misma forma, si se trata de una estancia compartida, como pudiera ser la habitación de un hospital, es necesario mantener la confidencialidad del paciente.
Autoestima de la Persona Dependiente
Al afrontar el cuidado de la persona dependiente, se ha de tener en consideración su autoestima. Encontrar el modo de empatizar con ella y cubrir sus necesidades físicas sin dañar su autoestima facilitará la tarea del cuidado para ambas partes.
Hay que tener en consideración que la pérdida de capacidades físicas no implica per se un deterioro cognitivo y por tanto se ha de tener en consideración la voluntad de la persona dependiente en todo momento.
Postura del Encamado
Es necesario que el paciente se encuentre en una postura cómoda y adecuada, para evitar el deterioro músculo-esquelético. La alineación corporal tiene que ser sana, en lo que se denomina higiene postural.
La postura de la persona encamada no es baladí. Especialmente se ha de tener en consideración la postura para evitar úlceras, como mencionábamos antes, la postura para a la ingesta de líquidos y sólidos, la postura cuando existen problemas respiratorios o circulatorios, etc.
Los cambios posturales, tal y como se explicaba previamente, benefician a la persona encamada, ya que evitan riesgo de ulceraciones entre otras cuestiones fisiológicas, como la disfagia. Pero también existen beneficios a nivel emocional y a nivel de estimulación cognitiva.
Por ejemplo, el estar un tiempo en silla (silla de ruedas, sillón o sillón relax según circunstancias) permite a la persona dependiente conectar con su entorno, formar parte de las actividades ordinarias y salir de las cuatro paredes que pueden suponer su habitación.
Técnicas de Movilización y Transferencias
Las técnicas de movilización de las personas dependientes con movilidad reducida o nula hacen referencia a los procedimientos adecuados para colocar y mover correctamente y sin riesgos en la cama, en las trasferencias dentro de la habitación (por ejemplo, cama-sillón) y en los traslados dentro del entorno (por ejemplo, los pasillos de un centro sociosanitario).
El conocimiento de las distintas técnicas de movilización y transferencias ayudará tanto al paciente encamado como a la persona que realice dicha movilización. Es muy importante formarse en las técnicas ya que, con el uso adecuado de las mismas, evitaremos:
- Sufrimiento a la persona encamada (sufrimiento físico o emocional)
- Lesiones a la persona que moviliza.
- Caídas
Además, es importante manejar con soltura ayudas técnicas como las grúas. Las grúas permiten el manejo seguro y cómodo tanto para la persona que manipula como para la persona dependiente. Existen diversos modelos y gran variedad de arneses para adaptarse a los distintos usos. Las grúas pueden usarse tanto en centros sociosanitarios como en domicilios.
Riesgo de Caídas y eliminación de Sujeciones
Los beneficios de los cambios posturales quedan claros. Conocer el manejo de las ayudas técnicas de movilización ayudan a la persona dependiente y a su cuidador/a.
Los riesgos de caída, se han de tener presentes, pero no han de suponer la utilización de sujeciones o contenciones que habitualmente suponen más riesgo para la persona dependiente que beneficio. Además de la agitación que supone el verse sujeto, conlleva riesgos tan graves como la asfixia, y otros no menos importantes como la atrofia, pérdida de masa muscular, osteoporosis, estreñimiento, disfunción del sistema digestivo…
Además la mayoría de estadísticas que se han hecho al respecto, han demostrado que al eliminar las sujeciones no solo no aumentan los casos de caídas, sino que en caso de que estas sucedan, son menos graves.
Aseo Diario y Ropa de Cama
El aseo es una parte fundamental en este tipo de cuidados, sobre todo para mejorar la autoestima del paciente y su salud mental. En las labores de aseo, se intentará no mojar la cama en ningún momento. La ropa de la cama deberá de estar siempre limpia y seca.
Existen riesgos para la persona encamada por la mala praxis en el aseo. A modo de ejemplo, algunas de las consideraciones más importantes para procurar el bienestar de las personas encamadas, durante el aseo son:
- Conocer las técnicas de movilización para evitar caídas.
- Vigilar que las sábanas no presenten arrugas para salvaguardar la salud de la piel de las personas encamadas.
- Utilizar tejidos adecuados al tipo de piel y a la climatología tanto en la ropa de cama como en la ropa personal de la persona dependiente.
- Controlar que la temperatura ambiental sea la adecuada, así como la del agua, evitando las corrientes tanto al asear como al vestir.
- Secar a la persona encamada incidiendo en las partes del cuerpo clave para evitar posibles infecciones y/o irritaciones en la piel.
- Conocer las técnicas más adecuadas para cortar las uñas para evitar que las personas encamadas sufran lesiones en la piel (uñas encarnadas).
Presentación de Platos
Es muy sencillo que un paciente encamado no tenga apetito. Es normal, puesto que su consumo de energía es mínimo y el ambiente no invita al apetito. Sin embargo, es necesario que siga las pautas habituales de alimentación, sobre todo para que el aparato digestivo siga acostumbrado a trabajar.
En este sentido, para favorecer el ambiente durante las comidas, es necesario mostrar, tanto en la presentación de los platos, como en el entorno, el mejor ambiente, dejando fuera de la vista aquellos elementos que no invitan a la ingesta de alimentos, entre los que se encontraría el orinal, por ejemplo.
La alimentación ha de ser variada y rica en nutrientes, pensado especialmente el riesgo de úlceras por presión. Unos conocimientos básicos en dietética y nutrición nos ayudarán a elaborar un menú adecuado. A la hora de elaborar la comida hay que tener en cuenta tres factores muy importantes:
- Los gustos y preferencias de la persona encamada para fomentar su apetito.
- Las patologías existentes que pudieran condicionar los menús como diabetes, colesterol, hipertensión, etc.
- Los problemas de disfagia de la persona encamada (elaboración del menú en diferentes texturas según pautas médicas)
Hidratación
Además de la hidratación tópica, fomentar la hidratación con ingesta de líquidos en los pacientes encamados es esencial para su bienestar.
Facilitar y animar a la ingesta de líquidos no solo evita la deshidratación y las afecciones que esto conlleva, sino que ayuda, por ejemplo, a evitar el estreñimiento de la persona encamada.
Unos 6 u 8 vasos de agua al día suelen ser la cantidad recomendada. Para realizar de modo correcto la hidratación a una persona encamada se han de tener en cuenta, al menos, los siguientes peligros:
- Disfagia (se considerará el uso de espesantes según pauta médica y se colocará a la persona dependiente de manera correcta)
- Disminución del consumo por falta de sensación de sed.
En el caso de personas dependientes portadoras de sondas vesicales se hace indispensable el control de la diuresis para elaborar el balance hídrico que nos dé indicaciones de situaciones anómalas que puedan desembocar en enfermedad.
Ejercicio Físico
Obviamente, es imposible mejorar la fuerza muscular estando todo el día en la cama, pero el objetivo está más que claro: perder lo menos posible. Para ello, se deberán de realizar trabajos diarios de ejercicio en extremidades y encaminados a evitar atrofias y problemas de circulación.
En consideración a la situación de la persona encamada, siempre que sea posible de ha de disponer de las ayudas técnicas que faciliten su acceso a tomar el aire y el sol.
Administración de la Medicación
La correcta administración de la medicación en personas encamadas es de vital importancia. Toda persona que cuide o de apoyo a una persona encamada debe saber y controlar adecuadamente su tratamiento.
Además, debe facilitarle la ingesta de la misma para evitar situaciones adversas.
Ayudas Técnicas
Conocer las distintas ayudas técnicas existentes en el mercado como las camas articuladas, colchones antiescaras, sillas de baño, grúas bipedestadores, etc. facilitan la movilidad y ayudan a realizar el aseo de forma segura.
Para su correcto uso se debe de estar informado sobre su manejo y sobre la ayuda técnica más adecuada en consideración a la inmovilidad de la persona encamada.
Siguiendo estas pautas, el cuidado de un paciente encamado es una tarea ardua, pero que garantizará su bienestar.